jueves, 18 de junio de 2009

El malestar en la cultura



Sin el ferrocarril que supera la distancia, nuestro hijo jamás habría abandonado la ciudad natal, y no necesitaríamos el teléfono para poder oír su voz. Sin la navegación transatlántica, el amigo no habría emprendido el largo viaje, y ya no me haría falta el telégrafo para tranquilizarme sobre su suerte. ¿De qué nos sirve reducir la mortalidad infantil si precisamente esto nos obliga a adoptar máxima prudencia en la procreación; de modo que, a fin de cuentas tampoco hoy criamos más niños que en la época previa a la hegemonía de la higiene, y en cambio hemos subordinado a penosas condiciones nuestra vida sexual en el matrimonio, obrando probablemente en sentido opuesto a la benéfica selección natural? ¿De qué nos sirve, por fin, una larga vida si es tan miserable, tan pobre en alegrías y rica en sufrimientos que sólo podemos saludar a la muerte como feliz liberación?

Sigmund Freud

1 comentario:

  1. Me la paso estudiando al muchacho de arriba, asiq casi casi fue un esfuerzo leer esta entrada, muy buena de todos modos. Todavía no lo leí ese texto, segun lei el mas duro contra la naturaleza humana, ya de antes tenía ganas de echarle el ojo.

    Yyy con respecto a Galeano, lo ideal seria que te hagas con alguna compilacion, porque escribe muchas cosas diferentes y tendrias que ver con cual te encontras.
    Escuchas a todos hablando de Las Venas Abiertas, pero yo no me veo con ese libro, demasiada historia, prefiero algo del estilo de Dias Y Noches De Amor Y Guerra, o el texto que copie el otro dia es de Vagamundo. O en el otro extremo, Las Palabras Andantes me termino aburriendo por ser demasiado fantaseoso jeje.

    Un saludo!

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