No quiero ni me importa saber si algún día llegarémos a querérnos o a acostárnos juntos.. Mucho menos si pensas en sexo o en llegar a ser mi todos los días.
El simple hecho de pensar cómo vamos a hacer para alejanos , para creernos el cuento de que nada sucedió..me hace doler los dedos y los ojos y los pies y la memoria. Me debilita las manos, me sensibiliza todo el cuerpo.
Porque ahora que nos conocémos y sabémos lo bien que nos hacémos: como para que un día ,como quién no quiere la cosa, nos tengamos que distanciar, alejarnos, inventarnos en sueños despiertos, en sueños dormimos, seguir sonriéndole como si nada al sol y a la lluvia. Ir a trabajar a la oficina y sumar cosas sin sentido. Estar perdida entre tantos papeles, clientes, jefes, ruidos. ¿Cómo es que vamos a hacer?
Tengo panico, miedo, terror de llegar a ser lo que odiaría ser. Llegar a ser lo que odio ser. Trabajar de algo que no quiero trabajar, sumar cosas por sumar, restar, dividir, multiplicar.
Tengo miedo de ser lo que odiaría ser, en el que caso de no ser lo que soy... de quejarme todo el tiempo, de perder la lucidez, de perder la calma, de perder paciencia, conciencia.
De sentirme ausente en mi casa, de que nadie me reconozca, de ser alguién más para todos. De no llenar a nadie, de no cumplir con nada más que con un horario.
Tengo miedo de enajenarme, de llegar a casa todos los días con cara de diablo.Tengo cobardía de levantarme y no cuestionarme nada, de perder creatividad, ingenio. Tengo terror de que el lugar más tranquilo de la casa comience a ser el baño, y aún así entre tantos miedos no poder siquiera contestarme cómo vamos a hacer para alejarnos cuando el día llegue y cuando ése día sea más cercano de lo que pensamos que es.