domingo, 7 de noviembre de 2010

No me importa ella

Me duele todo menos ella. Me inquieta todo menos saber que en cualquier momento, que exceda mis parámetros vas a estar acostado al lado de ella sin saber- del todo- si querés. Ya siquiera me molesta saber que no te pertezco.
Lo que me quita el sosiego, si es que te importa que te cuente, es por ejemplo mirar el reloj y que me de lo mismo que sean las tres de la tarde o las seis de la mañana, porque en cualquier momento tengo la misma incertidumbre de tu paradero, cualquier horario me da igual..si igual no sé dónde estás.

Ella no me exaspera. Ni su presencia, ni saber que de vez en cuando se quieren en tu cama, ni saber que se emborrachan, se ríen y hasta pierden la noción del tiempo. No me molesta ni que hablen de Cortázar, ni de Girondo, ni de cualquier escritor under y se hagan los intelectualoides para sentir que tienen de qué hablar. 


Ni siquiera ( para serte franca) me entristece que le pellizques los cachetes cuando algún comentario te conmueve o que le des la mano cuando la acompañás a la parada del colectivo.

Pero vos sabías que ésto me iba a molestar, sabías cual era mi talón de aquiles. Me revuelve el estómago y todos los órganos allegados que no te haga vibrar. Que no te erotice hasta acalambrarte la mandíbula. Me arde saber que su presencia no te quema las pestañas, me incomoda saber que no se te enreda el cuerpo cuando la esperas en una esquina cualquiera. Me enfurece que puedas aletargar ese estado crónico de paciencia, ese estado de indiferencia que no te llega a producir, en ningún momento, ansiedad. Me pone iracunda tener la certeza, la real certeza, de que cuando la recordás antes de irte a dormir, las lombrices solitarias no se beban tu bilis- poco a poco.Me da rabia que no prendas la luz del celular mientras ella duerme para mirar su cara mientras vos no podes pegar un ojo. Me entristece que no jueguen a reírse.
Me preocupa que no te inspire, que no te den ganas de saltar del trampolín. Que la cabeza no se te queme de tanto pensarla, que no te quieras tapar la cara con la colcha acuadrille, cuando te inhiba algún ataque repentino de amor. Me fastidia que no la ames con la sangre al rojo vivo. Que no esperes su venida ni regules su partida.
Saber que no sollozan de placer ..me preocupa, y mirá que podría celarte. Pero no. Me enfurece nada más.
Porque es horrible gozar de buena salud cuando uno se encuentra tan enamorado. Porque amar siempre afecta algún órgano vital  y a vos te veo mejor que nunca.

Me estorba, me irrita, me enoja..saber que no te molestaría verla desnuda bailando, en cualquier burdel de San Isidro.

2 comentarios:

  1. Es probable que no te importe ella, pero él...

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  2. che querida, me gusto muchó. Senti como una repulsion a eso que algunos llaman crecer y para mi es pura mierda. Es una repulsion a que las personas se juegen por la razon antes que por los sentimientos y la locura, por supuesto. Me gusta siempre que se escribe asi, por lo menos se escribe asi.

    un beso

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